Diario de un apátrida

"Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar".

¿España?

“…pero esto, amigos, es España: selva virgen, el camarote de los hermanos Marx, Chicago años treinta, la toma de la Bastilla, un burdel, un lodazal, un país donde la gente tira lo que le sobra al suelo y adentella lo que le sale al paso, donde el ruido atruena en las calles y la música de rock de las tabernas y los antros de copas, donde cualquier galopín o atorrante puede defecar a sus anchas en el arroyo, donde los amos de los perros no limpian lo que sus mascotas ensucian, donde la gente tiene derecho a todo y deber de nada, donde se considera artistas urbanos a los psicópatas que pintarrajean las fachadas de los edificios nobles y que algún día, cuando crezcan, maltratarán con idéntico desparpajo y la misma impunidad a sus mujeres, donde los haraganes y los jubilados acuden cuando el sol se pone a la Puerta del Sol para divertirse con el espectáculo de los descuideros que birlan la cartera a los viandantes, donde los mendigos son dueños de las esquinas y los piratas venden su matute en cualquier parte, donde la televisión es un patio de vecindad en el que las comadres cotillean desgreñadas y se da cuartelillo, voz y coba a los mafiosos, donde los obreros de toda laya le dan a la priva, escuchan la radio y duermen la siesta en horario laboral, donde cualquier vagabundo duerme en el suelo sin que nadie le diga nada (…), donde todo es mal gusto, mamoneo, griterío y vandalismo, y donde las autoridades no se preocupan de poner un podo de orden e higiene pública ni siquiera en el centro de las ciudades”.

Y si habla mal de España… es español”, F.S. Dragó, Ed. Planeta, P. 71

A lo que se podría añadir:

“…donde los jóvenes sólo aspiran a emborracharse, a fornicar o a triunfar en Gran Hermano, donde el liberalismo es tabú y donde EEUU, Israel y Aznar (y no necesariamente por ese orden) son los enemigos números uno, país de subvenciones, haraganes e intelectuales sin intelecto, país de funcionarios, ineficiencia y despilfarro, país de corruptelas, bajomantas y amiguismos, donde la ineficiencia es el paradigma y la eficacia inexistente, donde el esfuerzo es denigrado y la holgazanería exaltada, país de canallas periféricos centrífugos y pequeños dictadores territoriales, país de clientelismo, estómagos agradecidos y corrección política…”

Esto, no menos pero sí más, es España.