Diario de un apátrida

"Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar".

Archivo de marzo, 2009

España tiene salvación

Querido diario: España tiene salvación, o eso quiero creer. Flotando en un mar de indignidad y deriva existe una pequeña barca con rumbo cierto y tripulantes de firmes convicciones, capitaneados por el que, aunque culpable de parte de la actual situación y responsable de numerosos errores durante su mandato, sigo considerando el mejor presidente del gobierno que ha tenido España. Se trata de la Fundación FAES.

Son los únicos en toda España que hablan con criterio y combaten la corrección política. Son los únicos en España que defienden algo de liberalismo y combaten a la socialdemocracia. Son los únicos que alertan de la islamización europea, de las mentiras retrógradas del cambio climático y de las virtudes del capitalismo. Son los únicos que publican libros contrarios a la corriente dominante de pensamiento. Y son los únicos que defienden la libertad económica, de mercado e individual.

No en vano son vilipendiados por todos en general, y por el partido que se supondría más tendría que defender dichas ideas en particular.

Son los únicos, pero son pocos.

Pais de mierda

Querido diario: hace unos meses un grupo de israelíes españoles lanzaron una campaña para intentar limpiar el nombre y la imagen de Israel en España. Para ello lanzaron un vídeo cuyo propósito era intentar hacer recapacitar a los españoles sobre la opinión que de aquel país se tiene (equivocada e injusta) y las noticias que de esa zona del mundo día tras día llegan a España (modificadas por el cristal del progresismo mass-media español). El vídeo era el siguiente:

De lo que los autores del vídeo no  se percataron es que con dicho vídeo, lleno de noticias ciertas, dibujaban la cruda realidad española. De hecho, lo que consiguieron no fue hacer recapacitar a los españoles sobre Israel (imposible), sino que éstos se enojaran por el contenido de dicho vídeo (ya se sabe, la verdad duele, y la autocrítica no existe en el diccionario de los españoles) y arremetieran contra los autores de la campaña.

¿Qué cabía esperar? Cualquier otra reacción hubiera supuesto para mí una sorpresa.

Por cierto, muy buena campaña.