Querido diario:
Hace unos meses te hablaba de a lo que aspiraban los jóvenes españoles, lo que les movía, lo que les hacía alzarse en armas. La respuesta era obvia: emborracharse. Pues bien, si cabe, las cosas han ido a peor. Al menos en aquella ocasión no quemaron la casa de los vecinos de Béjar.
No me extraña que el 14% de los jóvenes españoles no tenga ni estudios ni trabajo. Para beber, emborracharse, agredir, violar, jactarse, atacar, quemar o matar no hacen falta ninguna de las dos cosas.
Deja un comentario